Fundación
La Universidad de la República fue el campo idóneo para la
gestación del Club Nacional de Football. ¿En qué otro lugar
pudo haber nacido un club que sería conocido por el virtuosismo
de sus ágiles, cuya hinchada valoraría mucho más el
gesto creativo y pensante que el arrebato físico?
Fueron dos las corrientes fundadoras que confluyeron a
la hora de dar a luz al equipo tricolor, ambas de innegable vocación
“nacionalista”, por oposición a la hegemonía inglesa.
Por un lado, el Montevideo Football Club, creado en un café
cercano al Monumento al Gaucho de la ciudad homónima
por un grupo de alumnos de preparatorios entre quienes
destacaban Atilio Narancio, Pedro Manini Ríos, Melitón
Romero, Germán Arímalo y Sebastián Puppo (capitán).
Por
el otro, el Uruguay Athletic Club de la zona de la Unión, que
en sus filas acuñó a futuras figuras de Nacional: Domingo
Prat (capitán), Carlos Carve Urioste, Alejandro Cordero,
Arturo Corradi, Cayetano Daglio y Ernesto Caprario.
La noche del domingo 14 de mayo de 1899, en la casa
de Ernesto Caprario, sita en Soriano al 99 (hoy 922), socios
y jugadores del Montevideo y del Uruguay se reunieron con
el objetivo de formalizar la creación del Club Nacional de
Football.
El propio Caprario sugirió el nombre del equipo y
se eligieron los colores de la bandera artiguista por tratarse
de un club criollo por definición. Respondiendo a una forma
mucho más democrática que personalista de entender la política
deportiva —que 111 años después permanece inalterable
en la modalidad de conducción del club— se efectuó
un sorteo que derivó en que Sebastián Puppo (el perdedor)
fuera el primer presidente del recién creado Club Nacional
de Football. Melitón Romero como secretario y el dueño
de casa como tesorero completaron el cuadro principal de
la primera directiva.
El sorteo fue ganado por Domingo
Prat, quien inmediatamente pasó a ser el primer capitán del
equipo. El repaso de la lista de socios fundadores, a la que un
año después se agregarían los socios y jugadores del Defensa
Football Club, depara algunas gratas constataciones. Por
ejemplo, resulta imposible encontrar un solo apellido inglés
entre los 70 que integran la nómina, en tanto que la presencia
de Carlos, Amílcar y Bolívar Céspedes no hace más que engrandecer la figura de un trío de hermanos que se apoderaría
del club en el corazón de hinchas propios y extraños.
Los Céspedes formaban parte del grupo de jugadores
del Artigas Football Club que ingresaron a Nacional en
1900 y motivaron —junto al ingreso del ya mencionado Defensa—
la modificación de los puestos de la directiva con el
objetivo de representar a la nueva conformación de la “masa
societaria”. Jorge Ballestero (Montevideo) pasó a ser el presidente,
con Miguel Nébel (Defensa) en el nuevo rol de vicepresidente,
mientras se mantuvo en sus cargos a Melitón
Romero (Montevideo) y Ernesto Caprario (Uruguay), con
Mario Ortiz Garzón como pro–tesorero (Defensa).
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