Luis Suárez, el último exponente

Carlos Muñoz:"renuncié a Tenfield, y entonces renuncié a un dinero muy importante y me creé un enemigo que no lo tenía"

lunes, 31 de octubre de 2016

SERÉ CURIOSO: CARLOS MUÑOZ

El guerrero sensible

Seré Curioso: Carlos Muñoz rememora los duelos fraternos con Alberto Kesman, habla de Tenfield y Víctor Hugo Morales, y reflexiona sobre Dios, el cáncer en la garganta y el infarto que venció. 


Hace dos semanas, Carlos Muñoz (63) volvió a una radio uruguaya, la CX 30, junto a un joven equipo de sólidos periodistas deportivos en "Y te digo más". Además de conducir el periodístico radial, Muñoz volvió a su gran pasión: el relato de fútbol, un oficio que abrazó vocacionalmente en su niñez, cuando jugaba por las calles del Mercado Modelo.

En esta entrevista, el autor de "¡Tengo ganas de llorar y no me salen las lágrimas!" se emociona (nuevamente) al hablar de su familia, rememora los duelos fraternos con su compadre Alberto Kesman, habla de Dios, del cáncer en la garganta y el infarto que venció, de Tenfield y de Víctor Hugo Morales.


Por César Bianchi
@Chechobianchi


-¿Sos un padre y un abuelo dedicado?
-Siempre lo fui. Con esta vida que llevo de estar en Argentina cinco días y dos acá, no he tenido tiempo. Sobre todo me ocupo de la más chica, María Eugenia, la de 13, con quien recién me escuchaste hablar. Me preocupo mucho por cómo le va en el liceo, está en primero. Y tengo cuatro nietos, y los adoro. Por suerte, con el regreso a Uruguay voy a tener más tiempo para disfrutarlos. Fijate que yo me iba los jueves de mañana para Buenos Aires y venía los lunes, los martes me pasaba grabando en Estudio 9, me quedaba el miércoles libre y el jueves me tenía que rajar de nuevo. Ahora voy a tener los fines de semana acá...

-¿"Código Muñoz" se ve en Nuevo Siglo?
-Se ve en Nuevo Siglo, en Cableplus, en Charrúa TV y en un montón de cables del interior, en Punta Cable, Tele Espectáculo, en Florida Satelital, Florida, Rivera, Carlos Reyles. Es un programa con diferentes actores de la vida del deporte hablando de sus vidas, de cómo nacieron y dónde, cómo han sido sus vidas, sus costumbres, sus gustos. Es la octava temporada.

-¿Tiene un sabor especial este regreso a relatar en Uruguay? O mejor te lo pregunto como lo haría un periodista deportivo a un futbolista: ¿es una revancha para vos?
-No, no, revancha no. Vuelvo sin rencor ninguno, porque creo que el rencor te termina enfermando. Debería tener rencor por mucha gente, pero no lo tengo. No es revancha ni nada parecido. Es lo que te decía antes: voy a tener más tiempo de estar con mi señora, con mis hijos, con mis nietos. Vuelvo a mi país, vigente, habiendo estado seis años relatando en Argentina -donde seguiré trabajando en ESPN-, donde me arroparon, me cobijaron, me quisieron. Me siguen queriendo. Entonces, rencor y revancha no.


"Después de que me operaron hice seis meses de radioterapia: eran todos los días tres minutos de un lado y tres del otro. Y seis meses de foniatría... tuve que volver a empezar a hablar"


-Superaste un cáncer en las cuerdas vocales, pero no fue el único problema de salud que lograste superar...
-Tenía un tumor en dos cuerdas, ahí lo pudieron sacar, y un carcinoma [maligno] en la otra cuerda. Me operaron en tres oportunidades. Me operó un fenómeno como el Dr. Luis Enrique Fugazot, un grado 5 de la Udelar, en setiembre y diciembre de 2003 y marzo de 2004. Después de que me operó hice tres meses de radioterapia: eran todos los días tres minutos de un lado y tres minutos del otro. Y seis meses de foniatría... Tuve que volver a empezar a hablar. Fueron casi dos años sin trabajar y desesperado. Eso lo superé. También superé una úlcera perforada de una hemorragia interna, con 15 días en el CTI del Británico, y superé un infarto. No pudieron ponerme stents, y tuvieron que abrirme y me pusieron dos bypass... Infarté relatando Estudiantes-Banfield en La Plata para Radio Rivadavia, ESPN Radio. Me llevaron al hospital Italiano de La Plata y ahí me dijeron que estaba haciendo un infarto. Me tuvieron que compensar, porque tenía 170 revoluciones por minuto ¡en reposo! Si yo me iba para Buenos Aires, en vez de ir al hospital platense me moría en el camino. Así que superé unas cuantas. El flaco de arriba me ha dado muchas chances. Gracias a Dios...

-¿Sos creyente?
-Soy creyente, sí, yo rezo todas las noches. No voy a misa tan seguido, no soy tan practicante, pero creo en Dios. De hecho, cuando la radioterapia, era meta rezar un Padrenuestro y un Avemaría siempre, y después putear al cáncer... Le decía: "No me vas a ganar, yo te voy a ganar a vos. Yo tengo que vivir, voy a vivir".

-Qué ironía que a un relator de fútbol le venga un cáncer en las cuerdas vocales. Es como si a un arquero le quitaran las manos...
-Sí, tal cual. Igual la ironía más grande fue que cuando me reintegré a Canal 10, luego de casi dos años, en 2005, me dicen que voy a salir sólo un minuto los lunes y un minuto los viernes en Subrayado. Eso hace que yo renuncie y me vaya para mi casa, porque sentí que fue una falta de respeto total y absoluta. Después que un tipo está luchando contra la muerte, vence al cáncer, y te dicen: "No, ahora vas a salir menos al aire...".

-¿Sentís que lo que te pasó fue el deseo de Dios u obra del destino?
-Creo que el destino lo tenemos marcado. También lo ayudamos... porque el cáncer no me viene por obra y gracia de relatar goles. Yo fumaba mucho, tomaba... Uno siempre las ve pasar pensando que estas cosas le pasan a otro, hasta que te dicen que tenés cáncer. Y el golpe es muy fuerte. Yo me acuerdo de haber llorado noches enteras... Hasta que empecé a convencerme: "Yo no me puedo quedar, tengo que salir adelante, tengo que salir", y salí. Gracias a Dios y a los médicos, a los doctores Leborgne que me hicieron la radioterapia, al Dr. Aguiar que en la clínica de Leborgne me trató de una forma excepcional.

-Vamos a tu oficio: ¿relator se nace o se hace?
-Relator se nace. Después se perfecciona... como el jugador, como todos. Pero te tiene que gustar de arranque. Yo, de chico, jugaba al fútbol en la calle y relataba, me bañaba y relataba partidos imaginarios.

-En los años 80 había dos relatores despegados del resto: Alberto Kesman y vos, además, amigos. ¿En algún momento de aquella época sentías que le ganabas, que tenías más audiencia en el interior o en Montevideo?
-Alberto es mi hermano. ¡Hace 55 años que nos conocemos con Alberto! Jugábamos al fútbol a los 8 años en el club de baby fútbol Oriental del Mercado Modelo -de donde salieron Manuel Keosseian, Carusini, Alberto Bica- y en aquella época yo ya relataba... Me acuerdo que los 1º de mayo se hacían partidos de solteros contra casados y yo los relataba. Te contesto: cuando surge Carve, surge con mucha fuerza, y con el interior a favor por la potencia de Carve en aquella época... Pero había una paridad muy grande, siempre la hubo. Después, Alberto se empieza a despegar cuando empiezan los grandes líos en Carve, cuando dejó de ser la radio que había sido en 1987 y 1988... Tuvo problemas de dirección que ya no tiene. Pero fue una apuesta muy importante de la radio que hizo que algunos goles se recuerden hasta hoy. Si hoy yo sigo relatando en la memoria de la gente es por aquellos años de Carve.

-Estás en ESPN. ¿Cómo se ve desde ahí el fútbol uruguayo?
-Estoy orgulloso de estar en ESPN. Llegué en 2010 y agarré un momento bárbaro del fútbol uruguayo: el Mundial de Sudáfrica, la Copa América de 2011... Me preguntaban por qué Uruguay llegaba tan lejos siendo tres millones, nos ponían de ejemplo.

"Cuando la radioterapia, era meta rezar un Padrenuestro y un Avemaría siempre, y después putear al cáncer... Le decía: 'No me vas a ganar, yo te voy a ganar a vos. Yo tengo que vivir, voy a vivir'".


-Ojo: una cosa es la selección uruguaya y otra el Campeonato Uruguayo.
-Como también una cosa es la selección argentina y otra cosa la liga argentina, más allá del marketing que tienen. Eso sí, tienen mucha más gente, más pasión, un sentimiento hacia el fútbol que es mucho más fuerte que el que tenemos nosotros. Pero además, allá no sólo están River y Boca. Está Independiente, San Lorenzo, Vélez Sarsfield, Huracán -que está en la B-, Newell's, Rosario Central... acá son los dos grandes y poco más.

-Un periodista criticado en los últimos años en el Río de la Plata es Víctor Hugo Morales. ¿Se puede separar al notable relator de fútbol y periodista deportivo del comunicador que opera políticamente a favor del kirchnerismo?
-He estado con Víctor Hugo, he ido a su casa en Buenos Aires. No hablamos de política. Víctor Hugo ha sido un fenómeno como periodista y como relator de fútbol. Después, por qué él cambia y ahora opina de política, a tal punto que se ocupa más de la política que del fútbol... no sé. Él ha tomado partido por el gobierno de Cristina... Son decisiones personales... Yo no lo haría. Tengo mi color político, he trabajado políticamente, pero no hablaría de política a través de una cámara o un micrófono, para no confundir roles.

-Te llevo a otro tema polémico. En 2005 tu hijo Diego denunció por amenazas a un directivo de Tenfield y vos saliste a respaldarlo públicamente... ¿Cómo ves hoy a Tenfield?
-A mi hijo lo voy a respaldar siempre, porque además me parecía que era injusto. En ese momento renuncié a Tenfield, y entonces renuncié a un dinero muy importante y me creé un enemigo que no lo tenía. Y así fue, porque cuando nos sacaron de Canal 5 fueron a hablar con Sonia Breccia [entonces directora del canal estatal] para que nos levanten del aire.

-¿Hoy seguís pensando que aquello fue una amenaza de muerte real?
-Creo que sí... de repente no lo fue en el contexto en el que lo pensamos. Pero yo lo entiendo a Diego: entendía que la única manera de parar esto era denunciarlo. Y así fue, porque nunca más lo llamaron para amenazarlo después de que él hizo pública la amenaza.

-Del otro lado salieron periodistas identificados con la empresa a relativizar el episodio y a decir que Diego había malinterpretado algunas palabras...
-Yo no creo que haya sido una amenaza seria y concreta. Así lo dije en el juzgado, cuando fui con Diego. Pero creo que dentro del contexto quedó así... el Tano Gutiérrez me había llamado a mí para preguntarme dónde vivía Diego, porque quería "arrancarle la cabeza". Yo le dije: "Pará Tano, vos estás loco, serenate, estás equivocado". Pero... son intimidaciones que te llevan a ese plano, simplemente por pensar diferente. Nada más que por eso. Yo ahora vuelvo sin querer mirar para atrás. Lo que pasó pasó y que cada cual haga su trabajo.

-Pero ¿cómo ves hoy el poder hegemónico que tiene Tenfield con la transmisión del fútbol uruguayo y la selección?
-Sigue teniendo el mismo poder o más, desde el momento que hace caer a [Sebastián] Bauzá. Me da la sensación mirándolo de afuera... No tenés que ser muy inteligente para darte cuenta que los tipos siguen mandando en todo.

-¿No está preparada nuestra sociedad para que los periodistas deportivos revelen de qué cuadros son hinchas?
-Mirá que en Argentina tampoco lo dicen... Me parece que el fútbol genera tanta pasión -y a veces irracional-, que lleva a que se confundan las cosas. Creo que en los países de Latinoamérica -estoy seguro que no pasa en Europa- es brutal la pasión. Una parte de la sociedad agarra al fútbol como que si sos de un cuadro ya no sos adversario: sos un enemigo. Y ojo, que lo vi en la campaña electoral, con la política. ¡Y no es así!

"(Lo de Víctor Hugo) yo no lo haría. Tengo mi color político, he trabajado políticamente, pero no hablaría de política a través de una cámara o un micrófono"


-¿No confesarías hoy o mañana que sos de Peñarol o Nacional?
-A esta altura... a los 63 años, ¡la IASA vieja y querida! Donde supe jugar, tengo mi carné de jugador. Ya no tengo mi corazoncito en ningún grande, soy hincha mío.

-Debo confesarte que se me eriza la piel cada vez que vuelvo a escuchar: "...sube para Viera, viene para el Bomba, el Bomba a Diego... ¡¡¡Tirá, Diego, tiráaa!!!". ¿Cuáles son los relatos de gol que más atesorás en tu corazón?
-En la memoria de la gente quedás con los goles... Te diría que ese gol de Aguirre a América de Cali en el 87, claro, también el de Tony Gómez de penal al PSV Eindhoven, el de Perea en el Mundial sub-20 de Malasia 97, el de Bengoechea con la selección en la Copa América del 95.

-Y los de Sudáfrica de 2010, luego de haber vencido el cáncer...
-¡Claro! El otro día, en la inauguración del programa de CX 30, pasaron el relato del gol de Abreu de penal a Ghana... Ese relato tiene más de 700.000 visitas en Youtube. ¡Lo que lloré con ese gol! Puf... Y después me fui a festejar con los uruguayos al Obelisco.

-¿Qué pretendés en este regreso al dial uruguayo?
-Armar el equipo que armé...

-¿Lo formaste eligiendo sus integrantes por capacidad o desde lo efectivo?
-Está Diego [Muñoz], había pensado en [Mario] Bardanca, y lo hablé con Mario, pero tiene compromisos con Canal 4 los fines de semana. Me tiraron nombres de comentaristas y me pareció bien el de Damián Herrera, un muchacho joven que tiene opinión, buenos conceptos y habla bien; me tiraron el nombre de Marcelo Scaglia, el botija López Ramos de Océano. Son todos jóvenes, casi de la misma generación.

-¿Te rejuvenece trabajar con gente más joven?
-Siempre estuve con gente más joven. Cuando se va Amadeo Otatti, vienen Bardanca y [Juan Carlos] Scelza, después Diego y Joel [Rosenberg]. Es bueno trabajar con gente joven.

-Profesionalmente, ¿pretendés determinada audiencia?
-No me la fijé, pero sé que vamos a tener audiencia y nos van a escuchar mucho, porque nos lo dicen ahora. Me doy cuenta cuando voy por la calle, cuando las agencias están llamando y quieren anunciar...

-¿La 30 te fue a buscar a vos?
-Sí, claro, yo ni tenía pensado volver. La 30 se vendió, compró un nuevo grupo económico, puso al frente a Edgardo Martirena (que estaba en VTV) y él me fue a buscar. Me llamó y me preguntó si me interesaba volver a relatar en Uruguay. Me contó cómo fue el emprendimiento, cómo se estaba dando la cosa. Yo relataba en Argentina, entonces tuve que negociar con ESPN, y después negocié con Martirena en mi casa de Solymar. Me dijo que querían darle más potencia a la radio, cosa que hicieron... Y el factor económico pesó. ESPN paga bien pero en pesos argentinos. Pero más que la plata, yo valoré otras cosas... Pensé en ver a mi hija adolescente más tiempo, a mis hijos grandes, a mis nietos, trabajar con mi hijo, estar con mi señora. ¿Te cuento algo? ¡Me encanta que me digan abuelo! Si no me dicen "abuelo" me enojo.

"(Tenfield) sigue teniendo el mismo poder o más, desde el momento que hace caer a Bauzá. No tenés que ser muy inteligente para darte cuenta de que los tipos siguen mandando"


-¡Te pegó el viejazo! ¿Estás más sensible?

-Estoy más sensible, sí... eso nos pasa a todos los operados del corazón. Quedamos más sensibles. De repente moqueamos por cualquier pavada, pero por algo los equipos de cirugía cardíaca tienen equipos psiquiátricos y psicólogos, para sacarte esa agresión enorme que es la operación.

-¿Sos feliz?
-Muy feliz, muy feliz. Me encanta que mi hija María Eugenia me quiera abrir una cuenta de Facebook, que yo no tengo. Me encanta que mis hijos grandes, Natalia y Diego, estén siempre conmigo cuidándome, me encanta que mi señora y mi suegra estén arriba diciéndome qué tengo que comer y cómo cuidarme. Me encanta disfrutar la vida, César... y saber que estuve caminando por el filo de la cornisa y que cuando tenía todo para caerme, hoy estoy vivo y voy a poder relatar en mi país, para los uruguayos.


Montevideo Portal / César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López

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